segunda-feira, 17 de abril de 2017

Exorcistas dos Estados Unidos denunciam o alarmante aumento de actividade demoníaca e dizem de onde vem

El exorcista Vincent Lampert comparte con sus compañeros
la necesidad de que se sigan nombrando más exorcistas

Javier Lozano, ReligiõnenLibertad, 17 de Março de 2017

La actividad demoniaca está creciendo de manera alarmante. Quien así se manifiesta es uno de los exorcistas más conocidos del mundo, el padre Vincent Lampert, que ostenta este cargo en Indianapolis desde 2005. Cada vez los obispos están más concienciados con respecto a la lucha contra Satanás, y por ello más sacerdotes son formados y designados exorcistas por sus obispos.

El padre Lambert habla de la realidad de Estados Unidos, que en comparación con otros muchos países ha dado una respuesta más rápida al aumento de la influencia de Satanás.

El gran problema del porno, las drogas y el ocultismo

Además de dar charlas a laicos y sacerdotes sobre los verdaderos y reales peligros del mal, el padre Lampert afirma en una entrevista en el National Catholic Register que él está notando un aumento del número de personas que participan en rituales satánicos y que se abren al mal.

«El problema no es que el demonio haya aumentado su juego sino que más personas están dispuestas a jugar», asegura este exorcista estadounidense. Y se refería sobre todo al consumo masivo de pornografía desenfrenada, drogas ilegales y contactos con el ocultismo. Según este sacerdote, «donde hay actividad demoníaca, siempre hay un punto de entrada».

Una necesidad imperiosa de más exorcistas

De este modo, el padre Lampert coincide con la opinión generalizada que se dio en la reunión a la que asistió en Roma el pasado mes de octubre de la Asociación Internacional de Exorcistas de que hay una gran necesidad de exorcistas en las diócesis y que los que hay actualmente no son suficientes.

Rompiendo algunos mitos, este sacerdote cuenta que las posesiones demoníacas reales son poco frecuentes. «Sólo he visto tres posesiones en los últimos tres años», dijo, pero específico que sí hay muchos casos de infestación y vejación.

Vincent Lampert, conocido exorcista de Estados Unidos,
alerta del crecimiento de la influencia demoníaca
Una respuesta a un problema muy real

Cuando fue nombrado exorcista por su obispo en 2005, sólo había otros 12 como él en EEUU. Ahora hay unos 50 exorcistas que él conoce personalmente en los Estados Unidos, más algunos otros que no conoce.

Los obispos son conscientes del aumento de la actividad demoníaca porque un sacerdote sólo puede realizar un exorcismo con el permiso del obispo. En Estados Unidos no se han quedado de brazos cruzados y en 2012 se fundó el Instituto Papa León XIII para la «educación y formación de los sacerdotes en el santo ministerio del exorcismo y la liberación».

Comenzó como una serie de reuniones informales a petición de los obispos de Estados Unidos que desean la educación y la formación. También fue una respuesta a la recomendación de San Juan Pablo II de que todas las diócesis nombraran un exorcista. Un portavoz de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos dijo que, aunque idealmente cada diócesis debe tener su propio exorcista, no conocen las estadísticas en cuanto a las cifras reales.

A más pecado en la sociedad, más actividad demoníaca

Monseñor John Esseff, presidente de la junta directiva del instituto, fue uno de los miembros fundadores. Ha sido sacerdote durante 63 años y exorcista en la diócesis de Scranton, Pensilvania, durante más de 40 años.

Este veterano exorcista explica que «a medida que la aceptación del pecado ha aumentado, también lo ha hecho la actividad demoníaca». Ante esta situación, añade, «los obispos veían la necesidad de que hubiera más exorcistas entrenados porque muchos casos eran enviados desde todo el país a las diócesis que sí tenían exorcistas». Y a su juicio, «una persona debe ser atendida en su propia diócesis».

John Essef es uno de los exorcistas más veteranos de Estados Unidos
Decenas de exorcistas se preparan en este instituto

En su primera promoción salieron 55 exorcistas preparados tras un programa de dos años. La formación consiste en sesiones de diez días que se imparten en el Seminario de la Archidiócesis de Chicago, dos veces al año durante dos años. En la segunda promoción, que saldrá este próximo otoño, se graduarán otros 52 sacerdotes dispuestos a luchar contra Satanás.

Monseñor Esseff dice estar esperanzado por el hecho de que cada vez más son los obispos que son conscientes de su papel como «exorcista jefe de la diócesis» aunque alertó de que «también hay cierta resistencia de la realidad de Satanás» en el seno de la Iglesia, entre sacerdotes y obispos que consideran como si sólo existiera «el mal y no el diablo».

«El único que puede vencer a Satanás es Jesús. Él vencerá el reino del mal con la luz. Y cada sacerdote representa a Jesús. El diablo no ve al sacerdote, él ve a Jesús», afirma este veterano exorcista.

Exorcismos mayores y menores

Por su parte, el obispo de Springfield, Thomas Paprocki, que ha impartido varias charlas en el Instituto León XIII hace hincapié en diferencias los exorcismos mayores y menores. «Un exorcismo menor se presenta con mucha frecuencia en la Iglesia, cada vez que hacemos un bautismo», explica, pues es «una cuestión de rechazar a Satanás y todas sus obras».

Monseñor Thomas Paprocki es uno de los obispos
más concienciados con respecto a la necesidad de que haya más exorcistas
Por ello, el prelado aclara que un sacerdote no necesita ningún permiso del obispo para hacer exorcismos menores en situaciones donde haya malas influencias, «es sólo una cuestión de orar a Dios para vencer las malas influencias».

Una advertencia a los laicos

El padre Lampert añade que un sacerdote, e incluso los laicos, pueden rezar las oraciones de exorcismo menor porque se dirigen a Dios pero advierte de que «los fieles laicos no deben dar órdenes a los demonios», dijo. «Los demonios reconocen la autoridad de los obispos y la Iglesia. Si reclaman autoridad por su cuenta, se pueden meter en problemas», advirtió a los laicos.

«No son los exorcistas quienes tienen el poder», dijo el Padre Lampert, «sino el poder y la autoridad de la Iglesia que viene de Jesucristo. Los católicos deben entender que los individuos no tienen ese poder».





Classicismo pagão e desvario neopagão


Plinio Corrêa de Oliveira, IPCO, 16 de Abril de 2017

O neopaganismo hodierno, fruto envenenado da apostasia, é de uma espécie mil vezes pior que o paganismo antigo, deforma muito mais a fundo o homem, a arte, a civilização e a vida, levando-os a um nível infra-humano em que triunfa sem restrições o Poder das Trevas. É noutros termos a vitória de Satanás através da vitória do maniqueísmo.

Emergindo de um arvoredo sombreado e ameno, e tendo como fundo de quadro as montanhas de delicados contornos e as águas plácidas do porto de Hong Kong, alteia-se, dominando a cidade com o seu vulto a um tempo forte e esguio, o famoso Pagode Branco.
Trata-se de uma construção de carácter religioso, pois o pagode é uma capela ou templo. Notável por o seu mérito artístico, o Pagode Branco pode ser apresentado como um tipo característico de certa arquitectura religiosa chinesa. E como tal espelha, pelo menos em muitos dos seus traços, a psicologia, a índole, o espírito da religião para cujo uso foi concebido e plasmado.

É bem certo que neste monumento não se nota o «quid» excelso, absolutamente imponderável, impalpável, mas impressionante e vivo, que marca os ambientes altamente impregnados pela influência católica, e que nos imerge por assim dizer numa atmosfera sobrenatural: basta lembrar certos lugares como a Sainte Chapelle de Paris, por exemplo, ou Assis, ou ainda certas cenas como o Sumo Pontífice a entrar em São Pedro na sédia gestatória, ou a procissão do Santíssimo Sacramento em Lourdes.

Não obstante, neste monumento manifestam-se tantos elementos de equilíbrio, harmonia, delicadeza e distinção, que nele poderia instalar-se sem desdouro – assim pensa pelo menos o autor deste comentário – uma Igreja católica. Quanto nos sorri a ideia de uma China enfim convertida à única Igreja de Deus, e este pagode consagrado ao culto da Rainha do Céu e da terra!

Uma torre inteiramente isolada de qualquer conjunto arquitectónico é obra difícil de se realizar com verdadeiro gosto. Pois facilmente cai nos extremos. Se se procura dar-lhe ares de força fica exposta a parecer vulgar e brutal. Se, pelo contrário, se a constrói muito esguia, é difícil que não dê a impressão de caniço insignificante.

Com quanto amor ao equilíbrio, à harmonia, ao bom senso enfim, os construtores desta torre souberam evitar ambos os excessos! A altura é perfeitamente proporcionada ao diâmetro da base. E, para tornar o edifício realmente leve, cada andar suporta outro menor. A leveza é realçada por parapeitos finamente trabalhados, e por magníficos beirais «franzidos», quase diríamos «flexíveis», que se terminam tão delicadamente que parecem até flutuar no ar, prontos a deixarem-se ondular com suavidade se por eles perpassar o sopro de alguma brisa. Para corrigir o que os beirais e os parapeitos pudessem ter de excessivamente frágil, cada andar constitui um octógono robusto, de paredes absolutamente lisas, aberto em cada faceta tão somente por um arco de linhas severas, coerentes e simples. Dir-se-ia que o octógono considerado em si mesmo tem toda a precisão, a força e o peso de um sólido raciocínio, e os parapeitos e beirais toda a leveza, a graça, a nobreza de uma suave fantasia.

Para terminar esta apreciação, imagine o leitor que um incêndio destruísse o tecto do último andar. E procure um outro desenho que o substituísse bem. Dificilmente encontraria ideia melhor. Dir-se-ia que este tecto é uma flor cuja corola tenha sido voltada para a terra. Os olhos acompanham insensivelmente as nervuras da corola, chegam até a haste, e comprazem-se em acompanhar a sequência dos anéis sempre mais finos que a compõem, detêm-se um último instante no ornato final, e perdem-se no céu…

Não é este o momento de fazer uma análise da religião chinesa. Sem nos esquecermos de que a gentilidade é o reino do demónio, é preciso reconhecer que o império do espírito das trevas não chegou a ponto de apagar entre os chineses um certo amor ao bom senso, ao equilíbrio, à beleza, que se patenteia de modo esplendido neste edifício. E de quantas outras culturas antigas se poderia fazer o mesmo elogio! É o que explica a dilecção, o cuidado, o gosto com que a Igreja, nos países de missão, se acerca destes restos, por vezes ainda palpitantes de velhas civilizações, conservando-os, estudando-os, purificando-os das sordícies pagãs, para finalmente lhes infundir outro espírito e os assumir e os integrar no imenso acervo da cultura católica.
Volvamos os olhos, da torre alva, esbelta, forte e delicada em que a razão e a fantasia tão harmoniosamente se fundem, para este pobre aleijão, que faz pensar num aerólito de cristal que se tivesse espatifado em terra, desfazendo-se em cacos, e dando no seu conjunto a impressão desordenada, disforme, escarrapachada (para certas realidades, só certos vocábulos!), algum tanto ridícula de tudo que se desmancha e estatela (mais uma vez. para certas realidades só certos vocábulos) no chão depois de uma pesada queda. Este violento e desastrado conjunto de aberrações é uma capela interconfessional desenhada para uma grande universidade do Novo Mundo. Mas segundo os cânones de certa «arte» internacional, poderia igualmente servir de capela católica, budista ou maometana em qualquer parte do globo [Bruce Goff’s proposed chapel for the University of Oklahoma (Bruce Goff’s Crystal Chapel )].

Encontra-se nesta produção tão típica do mundo moderno neopagão algo que exprima ainda as qualidades humanas que no próprio paganismo antigo se afirmavam? Ou pelo contrário se diria que se exprime neste estilo precisamente o contrário daqueles predicados, e que estamos em presença de um monumento erguido em homenagem à extravagância, à desproporção, à incongruência, ao grotesco enfim? Se um demónio, com permissão divina, sacudisse com ódio e brutalidade uma capela, não é bem assim que ela ficaria?

Triste verificação que serve de pequeno pórtico a uma grande conclusão. O neopaganismo hodierno, fruto envenenado da apostasia, é de uma espécie mil vezes pior que o paganismo antigo, deforma muito mais a fundo o homem, a arte, a civilização e a vida, levando-os a um nível infra-humano em que triunfa sem restrições o Poder das Trevas. É noutros termos a vitória de Satanás através da vitória do maniqueísmo.





domingo, 16 de abril de 2017

Jornalista portuguesa em Inglaterra denuncia jornalismo de Portugal

Mara Alves, 12 de Abril de 2017














COMUNICADO


Olá a todos, em virtude da reportagem da TVI Intitulada «O Novo Muro» acerca do Brexit que eu e o meu marido participámos, sou obrigada a escrever estas palavras, não só para reparar a verdade, como para poder descansar quem da minha rede de amigos tem enviado mensagens de indignação sobre o que viu.

O meu pai tem 76 anos e depois de ver esta reportagem ficou com medo de eu viver em Inglaterra, teme pela minha segurança. Por isso tenho obrigação de fazer este esclarecimento.

Comecemos pelo inicio, quando o jornalista nos contactou acerca da reportagem foi nos garantido que iriam abordados os dois lados, emigrantes que se sentem menos confortáveis com o Brexit e outros, quem como nós estão tranquilos.

Ao vermos ontem a reportagem, somos apanhados de surpresa, quando verificamos que o seu todo, se resume ao racismo e à xenofobia, por parte de ingleses a portuguesa. Ora bem, neste pais existem racistas, como em Portugal, agora «manipular» o conteúdo para parecer que são todos é um absurdo.

O meu marido vive há 20 anos neste país e teve apenas uma situação negativa e o resto? A oportunidade de uma carreira profissional que este país lhe deu? O património que tem construído, o ciclo de amigos, também ingleses. Duas das pessoas que mais me ajudaram na vida são ingleses.

É inaceitável uma reportagem não reportar a realidade e só mostrar, praticamente, testemunhos negativos. A parte positiva que foi falada na maior parte da entrevista foi reduzida a segundos e ao mais negativo que foi dito.

As audiências jamais deveriam ser a motivação para qualquer trabalho jornalístico. A transparência e a verdade para com os entrevistados jamais deveria falhar e falhou. Lamento que isto tenha acontecido, ainda mais sendo eu jornalista.

Obrigado a todos os que têm enviado mensagens. Nós estamos bem! Se regressarmos um dia a Portugal não será por causa do Brexit mas sim pelas saudades. Eu sempre fui bem tratada neste pais, sim há racistas, como em Portugal, agora dizer que um pais é inteiramente racista é surreal.






Adopção de crianças por homossexuais: razões para o não


Pe. João Paulo Pimentel

O primeiro problema decorrente da adopção de crianças por pares homossexuais deriva do facto de se ter chamado «casamento» a tais uniões. Como bem esclarecia um documento da Congregação para a Doutrina da Fé de 3 de Junho de 2003, «não existe nenhum fundamento para equiparar ou estabelecer analogias, mesmo remotas, entre as uniões homossexuais e o plano de Deus sobre o matrimónio e a família» (n.º 4). Aliás, a insistência, por parte de uma minoria (ainda que ruidosa e financeiramente poderosa), para viabilizar a adopção nestes moldes deve-se, em boa parte, à vontade de conquistar uma maior legitimidade social para as próprias uniões homossexuais. As crianças são um meio em vista de um objectivo ideológico.

Quando a sociedade afirma que uma união homossexual pode ser um casamento está a evidenciar que, pelo caminho, perdeu valores fundamentais:
  • Perdeu a consciência da riqueza da diferenciação sexual;
  • Perdeu o significado profundo do corpo, que pode expressar um amor de doação precisamente porque há um outro que é diferente e complementar;
  • Perdeu o nexo entre a união conjugal e a procriação como se esta fosse um acidente da anterior que talvez uma vez na vida possa suceder;
  • Perdeu o significado da entrega do próprio «eu» no acto conjugal que é visto apenas como um disfrutar mutuamente um com o outro;
  • Perdeu a consciência da existência de uma união entre um homem e uma mulher que é para toda a vida e tem a chancela divina;
  • De facto, perdeu a consciência de que há um plano de Deus para o amor humano entre um homem e uma mulher e de que esse plano é essencial para as felicidades terrena e eterna.
O casamento é, portanto, uma união indissolúvel de amor entre um homem e uma mulher; mas há países que, apesar de aplicarem a certas uniões homossexuais o nome de «casamento», não reconhecem aos pares homossexuais o «direito» de adoptar. Nesses casos, que razões adicionais podem ser apresentadas para se evitar um novo mal? Apresentaremos um elenco de razões, sinteticamente expostas e distribuídas por dois grupos. No primeiro, exporemos as razões essenciais para ajudar a entender que tais adopções são sempre um mal. No segundo, apresentaremos razões que derivam sobretudo do que até agora se pôde observar nos países em que se legalizaram essas adopções. As consequências negativas permanecem válidas mesmo que, nalguns casos, não se tenham verificado; são, na verdade, riscos muito sérios que reforçam a rejeição das adopções por homossexuais.

I. Razões essenciais

1. O bem da criança é secundarizado

O segundo princípio da Declaração Universal dos Direitos da Criança estabelece que, quando se formulam leis relacionadas com a criança, a consideração fundamental a que se deve atender é ao interesse superior da mesma: «Tomar-se-á exclusivamente em conta o bem da própria criança». Permitir a adopção para «consolar» pares homossexuais é inverter a lógica da adopção. Em tais casos, as crianças são vistas como um meio para satisfazer esses pares, os quais chegam ao ponto de reclamar o «direito» a ter crianças.

Há muitos casais heterossexuais dispostos a adoptar crianças sem o conseguirem; não faltam homens e mulheres para adoptar. A finalidade da adopção é proteger a criança desamparada, não a satisfação de adultos que não podem gerar. Além disso, a adopção deve imitar a natureza (adoptio imitat naturam), e a criança é naturalmente gerada por um homem e por uma mulher.

A adopção por homossexuais acaba por consagrar o princípio de que as crianças são, no fundo, propriedade dos «pais» ou «mães» (de quem o Estado considere «pais» ou «mães»). Deste modo, não é garantido às crianças, na prática, o protagonismo das suas vidas. Todos deveríamos responder honestamente a perguntas como as que se seguem: que família será melhor para esta criança? No caso de eu morrer, a que tipo de pessoas gostaria que os meus filhos fossem confiados?

2. Ausência de modelos próximos de ambos os sexos

A criança fica domesticamente privada, de modo deliberado, do enriquecedor contributo da diversidade masculina e feminina. Ela necessita de um pai e de uma mãe, nomeadamente para se identificar com a pessoa do seu sexo e para aprender acerca do respeito, do afecto e da complementaridade que a pessoa do outro sexo pode proporcionar. Várias pessoas educadas com dois pais ou com duas mães queixaram-se de que não aprenderam, na prática, como se lida com pessoas do outro sexo. A criança que vive num lar habitado por homossexuais não tem a experiência real, em casa, das diferenças entre o homem e a mulher. Pelo contrário: aprende erroneamente que são irrelevantes tanto as diferenças sexuais quanto a atracção por pessoas do outro sexo.

3. Dificuldade acrescida para conhecer Deus

Para os que são crentes, vale a pena pensar nas razões teológicas que desaconselham este tipo de adopções. Para conhecer Deus – que tem «coração» de pai e de mãe –, é fundamental conhecer a fundo a riqueza da diversidade sexual. Sem essa experiência, dificulta-se muito um conhecimento mais verdadeiro de Deus. Que sentido fará para uma criança adoptada por dois homens as palavras de Isaías: «Acaso pode uma mulher esquecer-se do seu bebé, não ter carinho pelo fruto das suas entranhas? Ainda que ela se esquecesse dele, Eu nunca te esqueceria» (Is 49, 15)?

Claro que esta lacuna também sucede, em parte, nas crianças que perderam o pai ou a mãe. No entanto, nestes casos, elas aprendem desde muito cedo que falta «algo» nas suas vidas: a experiência da paternidade ou da maternidade. Não lhes é dito que a paternidade ou a maternidade são supérfluas.

4. Mensagem de que o outro sexo é irrelevante

Quando admite a possibilidade da adopção por duas pessoas do mesmo sexo, o Estado está a afirmar implicitamente que o outro sexo não é relevante na formação das crianças. Como se sentirá uma mulher a quem é dito, pelas «leis» e por costumes práticos, que a sua condição de mãe é pouco relevante na formação das crianças? E como se sentirá um pai a quem é dito que a sua condição de pai é dispensável?

Este argumento é desenvolvido no seguinte testemunho (consultado online a 27 de Dezembro de 2015):


Doug Mainwaring 

5. Grave escândalo moral

Do ponto de vista moral, o facto de as crianças serem habituadas desde cedo a conviverem com uma situação gravemente pecaminosa (um dos pecados que, nos catecismos antigos, de modo pedagógico, se incluía entre aqueles que «clamam aos Céus») levá-las-á a tomar por bom o que é mau. A indução desse erro moral é um escândalo no sentido próprio do termo. E Jesus é bem claro a este respeito: «Quem escandalizar um destes pequeninos que creem em Mim, melhor lhe fora que lhe pendurassem ao pescoço a mó de um moinho e que o lançassem ao fundo do mar. Ai do mundo por causa dos escândalos! Eles são inevitáveis, mas ai daquele homem por quem vem o escândalo!» (Mt 18, 6-7).

6. Constatação precoce da condição de ser adoptado

É preferível não precipitar a informação que se dá a uma criança adoptada sobre a sua situação, para se evitar que ela se sinta diferente das outras. Nos casos das crianças que forem adoptadas por dois homens ou por duas mulheres, será impossível mantê-las na ignorância até à idade e até ao momento mais conveniente.

II. Razões empíricas

1. Riscos de instabilidade

Outro motivo que – sem ser o mais importante e decisivo – desaconselha este tipo de adopção é a falta de estabilidade nas uniões homossexuais. Não é que não possam dar-se excepções, mas estas são tão raras que o legislador – mesmo se não encontrasse outras razões para negar a adopção – deveria exigir uma estabilidade de vários anos antes de entregar uma criança à adopção por homossexuais. Quando um casal diz que se vai separar, os que o rodeiam sentem habitualmente pena e aconselham a uma reflexão séria antes de a separação ser consumada. No caso de pares homossexuais, haverá alguém próximo que lamente essa separação anunciada? Aliás, os próprios, quando se comprometem numa união mais pública e estável, quererão mesmo viver juntos para toda a vida?

Mas a falta de estabilidade nestes casos não decorre apenas da pouca durabilidade (a duração média do «vínculo» não costuma ser superior a três anos): é sabido que os conflitos e os comportamentos violentos entre pares homossexuais são duas a três vezes mais frequentes do que os ocorridos em casais heterossexuais; além disso, as mudanças de «companheiro» são muito frequentes, e a promiscuidade sexual é maior do que a que ocorre em casais heterossexuais. Tudo isto contribui para a instabilidade afectiva das crianças adoptadas.

2. Risco de sérios transtornos

Alguns psiquiatras afirmam que os principais riscos que correm as crianças adoptadas por homossexuais são, do ponto de vista médico, os seguintes:
  • Transtornos na identidade sexual;
  • Maior incidência de comportamentos homossexuais ao chegarem à adolescência (em concreto, estes sete vezes mais frequentes do que em crianças que vivem com os pais biológicos e em famílias com o pai e a mãe em casa);
  • Tendências significativamente maiores para a promiscuidade sexual, transtornos da conduta, a depressão, comportamentos agressivos, a ansiedade, a hiperactividade e as insónias.
Estes argumentos são rebatidos tanto em artigos quanto por aqueles que estimam ainda ter decorrido pouco tempo para se chegar a conclusões certas (dizem que «as amostras» são insuficientes para se chegar a conclusões nesta matéria). Sendo assim, talvez a formulação mais correcta do argumento pudesse ser a seguinte: existe uma forte possibilidade e um aumento do risco de que as tais crianças desenvolvam problemas emocionais, confusões na identidade sexual e depressões; há uma dificuldade real de a criança se adaptar e crescer harmonicamente quando é educada por dois homens ou por duas mulheres, em vez de o ser por um homem e por uma mulher.

3. Outros riscos e dúvidas

Vale a pena levantar mais algumas questões, numa tentativa de convidar o leitor a reflectir:
  • Quando um rapaz adoptado por dois homens sentir atracção por raparigas, estará à-vontade para o manifestar aos que dizem ser seus pais?
  • Quando as crianças nessas condições se derem conta de que a maioria das pessoas tem uma atracção pelo outro sexo, como olharão para os que dizem ser seus pais?
  • Não será previsível que crianças nessas situações acabem por ser malvistas pelos seus colegas?
  • Que farão os pais que se vêem confrontados com um convite do colega do filho que foi adoptado por dois homens ou por duas mulheres (referimo-nos aos que desejam que os seus filhos saibam o que está bem e o que está mal)? Deixarão o filho ir a casa do colega adoptado?
Para concluir, sugerimos que se veja um último testemunho (consultado online a 27 de Dezembro de 2015):


Professor Robert Oscar Lopez 


Defendamos o bem das crianças!