El filósofo Rémi Brague pide que no se use la laicité como arma contra la religión ni se metan todas las religiones en el mismo saco |
Rémi Brague, ReligiõnenLibertad,
1 de Dezembro de 2017
(Traducción del
francés de Le Figaro por Helena Faccia Serrano)
Rémi Brague es un filósofo francés, especialista en filosofía medieval árabe y
judía. Miembro del Institut de France, es profesor emérito de la Universidad
Panthéon-Sorbonne. Autor de numerosas obras, sobre todo Europe, la voie romaine,
ha publicado recientemente en español «El Reino del Hombre, génesis y fracaso del proyecto moderno». (Ediciones Encuentro). Le entrevistó, a a principios de noviembre,
Alexandre Devecchio en Le
Figaro Vox, acerca de las contradicciones – o quizá
estrategias – del laicismo francés.
— La
decisión del Consejo de Estado, obligando al alcalde del ayuntamiento de
Ploërmel a retirar la cruz que domina la estatua del Papa Juan Pablo II, ha
suscitado la colera de miles de internautas. ¿Cómo explica usted el alcance de
estas reacciones espontáneas?
— Rara
vez navego por las redes sociales y, cuando lo hago, muy a menudo me consterna
la simpleza y las expresiones groseras y de odio de todo lo que se dice con la
protección del anonimato.
»Ahora bien, respondiendo a su pregunta, dos pueden ser las razones: por una
parte, la laxitud
ante estas continuas medidas contra las cruces, los belenes, etc.;
por la otra, la exasperación ante la
mezquindad que implican esas medidas. En Bretaña no se
puede lanzar una teja sin que caiga sobre un calvario [una escultura, a veces enorme,
representando Cristo en la cruz con María, Juan, las mujeres y el pueblo a sus
pies, frecuente en plazas y cruces de caminos, nota de ReL] o
un vallado parroquial. ¿Hay otro lugar más lógico para la ubicación de una cruz
que encima de la estatua de un Papa?
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